Seleccionar página

En verano las redes se llenan de fotos de playas, pies pisando la arena, personas con sus amig@s o parejas, paisajes increíbles…y en medio de todo este bombardeo podemos sentir soledad.

Quizás este verano estás trabajando, o quizás tus amig@s tienen sus planes y no tienes con quien compartir ese viaje que te gustaría hacer, o quizás solías pasar los veranos en pareja y este verano eso ha cambiado…

El problema viene cuando nos decimos que nuestro verano debería ser de otra manera diferente a como está siendo. Cuando me cuento que debería estar viajando a una isla, o viviéndolo en pareja, o con un montón de amig@s… en definitiva, «disfrutándolo a tope como el resto de la humanidad» (= como pienso que el resto de la humanidad lo está disfrutando).

Pensar así me lleva a sentirme un bicho raro como si fuese la única que no está invitada a esa gran fiesta a la que van el resto de las personas. Y desde ahí me puedo llevar a una alta auto exigencia: «debería estar disfrutándolo a tope con planes, con viajes, con amig@s, con pareja» … Y como no está siendo así, me siento mal.

Lo primero que te quiero contar es que sentirnos mal si estamos solas es una realidad que nos han inculcado. La soledad puede ser nuestra mejor aliada y el verano una oportunidad de conocernos mejor a nosotras mismas.

Porque además la soledad no es estar sola, la soledad no viene de estar en contacto o no con otras personas. Podemos estar acompañadas de otras personas y sentirnos más solas aún. Vamos a verlo con diferentes escenarios:

*****

Escenario #1

Mis amig@s tienen sus planes y no tengo con quien compartir un viaje de verano.

En este escenario me siento mal por estar sola, y planear un viaje en solitario o hacer una actividad sin nadie se me hace bola porque me siento triste.

Escenario #2

Me voy de vacaciones con mi pareja y no está siendo como me había imaginado

Escenario #3

Me voy a un viaje con amig@s y no termino de disfrutarlo

Quizás en estos dos escenarios me estoy sobre adaptando para complacer: estoy llevando un ritmo que no es el mío, me adapto a los planes que están decidiendo y me da miedo expresar que no me estoy sintiendo bien con ello.

*****

El verano puede ser en todos estos escenarios un momento de sentir soledad. Porque la soledad no es si hay gente a tu lado o no, la soledad es la falta de intimidad real. E intimidad real implica poder ser tú misma, ser honesta, permitirte ser tú.

Por eso el antídoto en todos estos escenarios es el mismo: conectar contigo misma emocionalmente para buscar dentro en lugar de buscar fuera.

Para poder elegir tus planes no huyendo de la soledad sino buscando una intimidad real contigo. Preguntándote: ¿qué necesito yo? ¿con qué vibro yo ahora? Genuinamente, ¿qué me apetece?

Y a lo mejor si soy honesta conmigo no me apetece hacer ningún viaje ahora que está todo lleno de gente. Incluso puede que llegue un fin de semana de agosto y me apetezca estar sola en mi casa comiendo helado y haciendo un maratón de netflix, ¡y está bien!

O quizás si soy honesta conmigo me doy cuenta de que lo que más me apetece es ir a bañarme al mar. Y desde ahí me atrevo a ir sola de viaje porque ir sola ¡está bien!

O quizás estoy en ese viaje con mis amig@s y me doy cuenta que me apetece hacer algo diferente a lo que llevamos haciendo durante tres días, y decido el cuarto día ir por mi cuenta ¡y está bien!

O quizás estoy en ese viaje con pareja que no está saliendo como me imaginaba y me doy cuenta de que tengo ganitas de tener de nuevo mi propio espacio, ¡y está bien!

Y así podría seguir un buen rato con más y más ejemplos que nos lleven a relajarnos y conectar con lo que sentimos sin juzgarlo.

Tu verano puede ser maravilloso de cien mil maneras. Cien mil maneras todas imperfectas y todas reales, siempre y cuando te sientas, te escuches y te hagas caso.

Por favor, no te metas caña contándote que tu verano debería ser de otra manera, o que tú deberías sentir de otra manera.

Tu verano se está dando de manera perfecta porque el Universo es experto en orquestar aquello que realmente necesitas. Permítete disfrutar con lo que sea que esté pasando.

Si quieres sanar tu soledad y llevarla a un campo más bello, con menos miedo, solicita una sesión de valoración gratuita para conocernos y para poder valorar juntas si Programa LOA es para ti.

Con amor,

Laura